En esencia, Discipulado celestial afirma que la plenitud de Cristo existe en todo creyente, y que la función de cada hacedor de discípulos es revelar esa gran verdad. El discipulado no es la tarea de “poner” a Cristo o sus características en una persona, sino de revelar al Cristo que mora en ella. Cuando un discípulo trabaja para alcanzar lo que ya tiene, lo pierde; puede trabajar libremente como resultado del Cristo que vive en él. Michael Wells comparte el secreto de “Cristo en vosotros, la  esperanza  de  gloria”, y presenta la verdadera manera de abordar el discipulado.